David Antin, En lugar de una conferencia
✎ por Cristián Gómez / agosto 2022Editorial Deriva acaba de lanzar esta antología del poeta norteamericano David Antin (1932-2016), y sólo cabe felicitarlos por ello. Antin, tal vez no tan conocido en Chile, pertenece a lo más granado de la poesía norteamericana, aunque su obra no deje de ser tema de discusión. Su trabajo reúne tendencias de la poesía anglosajona ya antes abordadas por autores como Gertrude Stein, pero que son llevadas por Antin a su máxima realización.
Profesor y crítico de artes virtuales durante décadas, entre sus libros publicados se cuentan Definitions (1967), Autobiography (1967), code of flag behavior (1968), Talking at the Boundaries (1976) y What it means to be Avant-Garde (1993), entre otros. En lugar de una conferencia (Santiago, 2021), traducido por Germán Carrasco y Emilio Jurado Naón, es una miscelánea que reúne mayormente poemas de los que se han dado en llamar “talk poems”, algunos otros poemas del poeta norteamericano, una entrevista con su pareja y colaboradora, Eleanor Antin, performer y artista conceptual de propio mérito, además de un ensayo sobre oralidad y poesía por parte de Carrasco.
Esta reunión es lo suficientemente larga como para hacerse una idea clara de lo que significó y de por qué sigue importando la obra de Antin en Estados Unidos, y qué clase de eco podría tener en un sistema literario como el chileno.
Habría que empezar, con ese fin, con una palabra: desacralizar. La intención de estos poemas, declarada por el mismo Antin, es la de rechazar la idea de un lenguaje sagrado. “Para mí (ha dicho el autor), la poesía es un acto mental, no un trabajo que pasará a convertirse en el objeto de un culto especializado”. Es tal vez por eso que Antin rechazará cualquier cosa que se asemeje a un lenguaje literario y/o poético, y a partir de libros como Meditations (1971), pero por sobre todo Talking (1972) y los que le sigan, el poeta norteamericano se centrará en los ya mencionados “talk poems”, charlas o conferencias semi-improvisadas en las que Antin habla de o desarrolla un tema específico, que puede ir desde anécdotas personales hasta cuestiones que giran en torno a la posibilidad del conocimiento y la comunicación a través del lenguaje, siendo en ocasiones una mezcla de estos temas el “quid” de la exposición; esta última es grabada, y luego ligeramente editada para ser publicada como “poemas”. Pongo entre comillas este término ya que desde que Antin comenzara a publicar estas performances transcritas, la pregunta por lo poético se ha vuelto a instalar en torno a su obra, generando reacciones desde aquellos sectores que se autodenominan como detentores del verdadero/genuino y/o original significado de lo poético. En ese sentido, resulta sumamente esclarecedor que En lugar de una conferencia incluya un texto de Antin donde narra y racionaliza el origen de su forma de escritura, lo que le permite al lector entrar en estos textos con una idea más acabada no sólo del comienzo de los mismos, sino de la lógica detrás de ellos. Antin irá paulatinamente avanzando desde una poesía “encontrada”, hecha de fragmentos de otros textos, de textos hallados que son ensamblados a posteriori, hacia una poética donde el habla ocupa un lugar predominante. Un poema que ejemplifica a la perfección esta poesía sin autor, de “anti-creación”, es uno de los incluidos aquí, “Una lista de cosas a las que los locos temen:”; como su título indica, este poema no es sino una lista, casi sin ningún agregado por parte de Antin, que actúa meramente como una especie de editor. Lo que el autor hace (autor debería ir entre comillas) es descontextualizar un texto original, la lista de las alucinaciones y/o delirios* que Thomas Smith Clouston recogiera de por lo menos cien pacientes femeninas de un siquiátrico. Antin básicamente se limita a reproducir el listado. Pero este limitarse es, al mismo tiempo, una verdadera declaración de principios. Ya no se trata de crear un lenguaje privado, el viejo anhelo de hallar “la voz propia”, sino todo lo contrario, hacer del poema una práctica lingüística más, democratizarlo hasta las últimas consecuencias.
Sólo así se explican poemas como el que abre esta muestra, “En lugar de una conferencia: tres melodías para dos voces”, donde la yuxtaposición de las voces en un intercambio de puntos de vista, no nos aleja de la patente irrelevancia, de lo anodino del tema del poema, a saber: la supuesta capacidad de un campesino de detectar agua con un método que difícilmente se podría calificar de científico. Pero quizás sea ese mismo apego a datos en apariencia intrascendentes, las discusiones sobre la recepción de la comunidad científica y sus experimentos con el campesino, la trivialidad de una conversación que no avanza ni retrocede, sino que parece girar en torno a un tema que, por una parte, no tiene visos de ser “poético” por sí mismo, pero tampoco de ser “poetizable”, (al menos lo que usualmente se entiende como poético, a sabiendas de que el adverbio usualmente es, aquí, de una vaguedad extrema), lo que Antin quiere, en síntesis, decirnos: cuando Parra, para ponerlo en términos chilenos, empezó a señalar desde 1954 que todo puede, eventualmente, ser poesía, se refería ni más ni menos que a esto, a una inclusividad de los mecanismos de representación que parece correr los límites de lo posible a cada paso.
Lo mismo ocurre con un poema de Antin no incluido en esta selección, pero que aún así resulta tremendamente ilustrativo. Me refiero a “the theory and practice of postmodernism—a manifesto”, poema que por su título podría llevarnos a pensar que se trata de sesuda pieza de teoría, cuando en realidad no es sino la historia de cómo Eleanor y David Antin eligieron y compraron un nuevo colchón para la cama matrimonial, porque el que tenían le estaba causando insoportables dolores de espalda a ella. Eso. Tal cual. Todas las expectativas del lector se frustran o por lo menos quedan en suspenso mientras se va pasando por ese relato de una cotidianidad abrumadora, y del que resulta difícil, sino imposible, sacar ninguna conclusión en torno a la postmodernidad.
Y, aun así, en el mero final del ¿texto, poema, manifiesto, todas las anteriores?, Antin saca del bolsillo una reflexión en torno a los colchones y la postmodernidad que bien hacen valer la pena el haber leído hasta el final ese relato. Lo que dice Antin, creo, es lo siguiente: la sociedad postmoderna actual es como elegir el mejor colchón para que tu pareja pueda superar sus dolores de espalda, acertijo sobre el cual podríamos aventurar nuestro propio intento de interpretación, pero me parece que lo importante aquí va más allá del eventual significado de un texto en específico (aun cuando no pretendemos decir que sea en absoluto desechable), para centrarse en la capacidad de abrir el compás de la representación y de lo representable. Tal vez lo que logra aquí el autor de Talking no sea otra cosa que el antiguo anhelo de la(s) vanguardia(s) de hacer de la vida y el arte una y la misma cosa, y no dos universos paralelos, cuando no separados: el arte posmoderno puede ser comprar un colchón.
No deja de ser sintomático que esta traducción de Carrasco y Jurado Naón coincida con la aparición, a través de la casa editorial de la Universidad Austral de Chile, de otra traducción al español de la poesía de Antin, esta vez a manos de Andrés Anwandter, que titula su colección como qué estoy haciendo aquí y otros poemas hablados. Llama la atención no sólo que dos editoriales converjan en torno a un mismo autor y al mismo tiempo, sino que ambos traductores sean igualmente de la misma generación. No sé si en los hechos se pueda o no especular sobre este interés al menos en apariencia común. Es cierto que la edición de Deriva que comentamos ahora, a diferencia de la que publica Anwandter con la Uach, carece de todo tipo de apoyo institucional. Pero, más allá de las distintas formas de instalación en la conversación pública**, nos gustaría, haya o no un terreno fértil para hacerlo, imaginar que este interés por Antin (que no podemos calificar de súbito, al menos si atendemos a la larga lista de trabajos de traducción de otros autores que miembros de la generación del noventa, a la que ambos traductores pertenecen, han venido realizando durante por lo menos las dos últimas décadas) responde a un intento por –suponemos– buscar nuevas avenidas de expresión y, a través de las mismas, lograr espacios inéditos de lo representado.
Lo anterior se explicita, hasta cierto punto, en la lógica que hay detrás del ensayo con que finaliza En lugar de una conferencia, “De qué hablamos exactamente cuando hablamos de oralidad” y firmado por uno de los traductores del libro, Germán Carrasco. Allí este último propone extender o refundar lo conversacional antes de Parra, en De Rokha. De este último destaca no sólo la torrencialidad de lo oral, sino asimismo el uso del verso y el espacio de la página, en consonancia y/o cercanía no sólo con Antin, sino con John Cage y, también, con una poeta mucho más cercana en el tiempo como es Susana Thénon. Cuando este ensayo no es una pataleta infantil en contra de Juan Cristóbal Romero y su procedencia de clase, contra el uso del verso rimado como un supuesto epifenómeno de lo reaccionario (lectura tan pobre como suponer exactamente lo contrario, que fue lo que en su momento hizo Valente desde su página mercurial), el texto de Carrasco resulta interesante. Porque a la rabieta que empobrece el texto, la acompañan reflexiones que no se pueden descartar de buenas a primeras, como cuando, por ejemplo, reivindica las posibilidades de lo anecdótico al interior del poema, como en los casos de Martín Gambarotta o Susana Thénon, que el mismo Carrasco menciona.
Con todo, es importante resaltar la tesis que propone Carrasco, ya que apunta al núcleo de leer a Antin hoy en día en Chile: En lugar de una conferencia es un poema formal y no contenidista. A pesar de lo que podría aparentar en una lectura errónea, apurada, el texto de Antin es un constructo, y, cito aquí al traductor devenido ensayista, “la oralidad, estos paréntesis, digresiones y subordinadas en el discurso; estas divagaciones y cálculos de probabilidades de un hecho no son otra cosa que pura forma”. No cabe duda que una traducción como esta sólo puede ser bienvenida.
Cristián Gómez O.
Nota 1 * El título original del poema, del que Carrasco omite una parte, es “A List of the Delusions of the Insane: What They Are Afraid Of”.
Nota 2 ** Aclaremos, eso sí, que esas “distintas formas de instalación en la conversación pública”, no son neutras, ni gratuitas. Razones de tiempo y espacio nos previenen de profundizar en este aspecto.